Cinco escudos protectores esenciales para tu emprendimiento en la era digital.
En el dinámico mundo de los negocios peruanos, la digitalización ha abierto puertas a operaciones financieras ágiles y eficientes mediante aplicaciones móviles. Sin embargo, este avance tecnológico también ha traído consigo una sombra: los fraudes digitales, que hoy se erigen como una amenaza considerable para las pequeñas empresas, especialmente aquellas que dependen cada vez más de estas plataformas para gestionar ingresos y realizar pagos a proveedores.
Las estadísticas en nuestro país revelan una brecha en la vigilancia financiera. Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), tan solo el 35% de los usuarios del sistema financiero en Perú revisa habitualmente sus estados de cuenta. Esta falta de atención es preocupante, dado que una defensa crucial contra estos delitos reside en la constante alerta y el seguimiento detallado de los movimientos bancarios.
Ante este escenario, salvaguardar el patrimonio y la información sensible de los emprendedores se ha convertido en una prioridad ineludible.
Roberto Percca, gerente de Desarrollo del Emprendedor de Mibanco, enfatiza que la prevención es la estrategia más potente para resguardar las finanzas y evitar mermas que puedan impactar negativamente en el negocio.
«Los ataques digitales no solo ponen en jaque el dinero, sino también la confianza que el emprendedor deposita en el sistema financiero. Implementando medidas de seguridad sencillas, podemos mitigar significativamente estos riesgos y asegurar que el capital continúe su crecimiento sin sobresaltos», comentó Percca.
Con el propósito de fortalecer la defensa digital de los emprendedores peruanos, Roberto Percca nos comparte cinco prácticas fundamentales para incorporar en el día a día y así hacer frente a las amenazas cibernéticas:
- Activa la autenticación de dos factores: Añade una capa adicional de seguridad a tus cuentas. Si alguien llegara a obtener tu contraseña, no podrá acceder sin este segundo paso, que usualmente es un código enviado a tu teléfono o correo electrónico.
- Evita el uso de redes Wi-Fi públicas: Las redes de acceso abierto son un terreno fértil para los atacantes. Abstente de realizar transacciones financieras o pagos importantes mientras estés conectado a ellas.
- Protege tus contraseñas: Nunca compartas tus claves y evita usar información fácil de descifrar, como fechas de nacimiento o secuencias de números. Lo ideal es crear combinaciones robustas que incluyan letras, números y símbolos.
- Desconfía de comunicaciones sospechosas: Correos electrónicos, llamadas o mensajes que soliciten información personal o bancaria son, en la mayoría de los casos, intentos de fraude. Siempre verifica la legitimidad de la fuente antes de divulgar cualquier dato y jamás hagas clic en enlaces desconocidos.
- Monitorea tus cuentas bancarias: Revisa periódicamente tus movimientos y transacciones. Si detectas alguna operación que no reconoces, contacta de inmediato a tu entidad financiera para reportarla, bloquear accesos y prevenir pérdidas mayores.
Hoy, la alfabetización digital es tan crucial como la educación financiera. Comprender las tácticas de fraude más recientes y adoptar hábitos de ciberseguridad permite a los emprendedores reducir su exposición a riesgos, proteger su capital y asegurar la sostenibilidad de sus ganancias.
Mantenerse informado y precavido no es solo una sugerencia, es una estrategia indispensable para garantizar el futuro próspero de tu negocio.
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