Descubre cómo pasar de la reacción a la acción estratégica para impulsar tu negocio.
¿Por qué es fundamental que los emprendedores peruanos adopten una mentalidad proactiva?
En el dinámico mundo de los negocios, la forma en que abordamos los desafíos marca una gran diferencia. Una persona con una mentalidad proactiva no se inmuta ante los problemas; más bien, los encara con una actitud de responsabilidad y se enfoca en encontrar soluciones efectivas. Esto contrasta marcadamente con quienes operan desde una perspectiva reactiva.
La diferencia entre ser proactivo y reactivo
Adoptar una mentalidad proactiva significa tomar la iniciativa y actuar con responsabilidad, anticipándose a los eventos. Las personas proactivas son ágiles para adaptarse a nuevas circunstancias y ven cada error no como un fracaso, sino como una valiosa oportunidad de aprendizaje. El Dr. Horacio Krell, titular de la firma ILVEM, define a las personas con mentalidad proactiva (PRO) como aquellas que prevén los inconvenientes y los asumen con compromiso, buscando las mejores soluciones. Esta actitud genera un impacto positivo y duradero en su entorno.
«Una persona proactiva no se queda esperando a que las cosas sucedan; más bien, toma la rienda, actúa de manera estratégica y hace que los resultados ocurran», explica el especialista. En contraposición, la mentalidad reactiva (RE) se manifiesta cuando uno responde a los problemas solo una vez que han surgido. Quienes tienen esta mentalidad a menudo se sienten víctimas de las circunstancias y tienden a atribuir la culpa a terceros. Su accionar no es producto de una reflexión, sino más bien impulsivo, dominado por emociones pasajeras y primitivas.
El profesional proactivo tiende a construir puentes y fomenta la confianza con quienes lo rodean. Por otro lado, el individuo reactivo tiende a enredarse en conflictos y, con el tiempo, las personas tienden a evitarlo. Mientras que el primero se enfoca en la mejora continua y el autoliderazgo, el segundo se deja arrastrar por sus impulsos momentáneos, señala Krell.
Transformando la mentalidad: del reaccionar al anticipar
Afortunadamente, el Dr. Krell asegura que es posible transitar de una mentalidad reactiva a una proactiva. La clave, según él, reside en «tomar conciencia y entrenar la mente para responder con inteligencia, en lugar de hacerlo de forma impulsiva». Para lograr esta transformación, el especialista recomienda seguir pasos concretos:
- Identificar la reactividad: Es fundamental reconocer los momentos en que solemos reaccionar de manera automática ante ciertas situaciones.
- Evitar actuar «en caliente»: Ante un escenario desafiante, es crucial tomar una pausa y respirar antes de emitir una respuesta.
- Elegir el diálogo interno: Sustituir frases como «no puedo» por «voy a intentarlo» y «esto es un problema» por «esto es una oportunidad para aprender» puede cambiar nuestra perspectiva.
- Practicar la mejora continua: Implica modificar la forma en que actuamos en situaciones recurrentes, introduciendo pequeños cambios para obtener resultados diferentes.
- Desarrollar el autocontrol emocional: Aprender a gestionar nuestras emociones nos permite evitar dejarnos llevar por la primera reacción instintiva.
- Expandir el círculo de influencia: Esto se logra dejando de enfocar la energía en aquello que no podemos controlar y, en su lugar, concentrándose en los aspectos que sí podemos mejorar y transformar.