Consejos clave para asegurar el éxito financiero de tu emprendimiento.
Solicitar un préstamo puede ser el impulso que tu negocio necesita para despegar, ya sea para expandir tu inventario, modernizar tus equipos o mejorar tu local comercial. Sin embargo, una mala planificación puede convertir esta oportunidad en una fuente de deudas y problemas financieros. En Red Económica Perú, te guiamos para que evites los tropiezos más comunes.
Aquí te presentamos las trampas habituales al momento de buscar financiamiento y cómo sortearlas:
1. Aceptar la primera oferta sin investigar
Un error muy frecuente es conformarse con la primera opción de crédito que se presenta, sin explorar otras alternativas en el mercado. Esto puede significar perderse mejores condiciones.
Solución: Dedica tiempo a comparar las tasas de interés, los plazos de pago y las condiciones generales de diferentes entidades financieras. Herramientas como la calculadora de cuotas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) son aliadas valiosas para tomar una decisión informada.
2. Pedir dinero sin un propósito claro
Solicitar fondos «por si acaso» o sin tener un objetivo de negocio bien definido puede llevar a un uso ineficiente del dinero y a acumular deudas sin ver resultados concretos.
Solución: Define con precisión la finalidad del préstamo. ¿Necesitas capital de trabajo para el día a día? ¿Es para la adquisición de activos fijos? ¿O para una campaña de marketing específica? La claridad es fundamental.
3. Enfocarse en la cantidad recibida y no en la capacidad de pago
Muchos emprendedores se concentran en cuánto dinero desean obtener, pero descuidan un aspecto crucial: la cuota mensual que su negocio podrá asumir.
Solución: Elabora un flujo de caja realista. Si tu negocio apenas cubre sus gastos operativos actuales, asumir una cuota de préstamo podría agravar tu situación financiera.
4. Optar por préstamos informales o de rápido acceso
Aunque pueden parecer una solución tentadora por su rapidez, los préstamos informales o de casas de empeño suelen tener tasas de interés considerablemente más altas y condiciones poco favorables para el desarrollo de un negocio.
Solución: Acércate a instituciones financieras que ofrezcan microcréditos empresariales especialmente diseñados para pequeñas y medianas empresas (pymes), con estructuras de pago adaptadas a tus necesidades.
5. Firmar contratos sin leer detenidamente
Saltarse la lectura del contrato o firmar sin comprender todas sus implicaciones puede acarrear sorpresas desagradables, como comisiones ocultas o penalidades elevadas por incumplimiento.
Solución: Lee cada cláusula del contrato. No dudes en realizar preguntas hasta que todas tus dudas queden resueltas. Asegúrate de entender completamente los términos y condiciones.
6. Solicitar más dinero del estrictamente necesario
La idea de que «más dinero es mejor» puede ser engañosa. Pedir una suma mayor a la requerida puede incrementar tus cuotas mensuales y complicar innecesariamente la gestión financiera de tu negocio.
Solución: Pide exactamente lo que necesitas y lo que tu negocio puede sostener en términos de pagos. Ni un sol más de lo indispensable.
7. Ignorar tu historial crediticio
La existencia de deudas pendientes, ya sean personales o empresariales, puede dificultar tu acceso a financiamiento o encarecerlo significativamente.
Solución: Revisa tu historial en centrales de riesgo, como Infocorp. Mantener todas tus obligaciones financieras al día es clave para proyectar una imagen de solvencia y confiabilidad.
Un préstamo bien gestionado es una herramienta poderosa para el crecimiento empresarial. Sin embargo, la falta de información y planificación puede convertirlo en una carga pesada. Infórmate, compara opciones, planifica estratégicamente y toma decisiones basadas en un análisis sólido. Tu negocio te lo agradecerá.
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