Descubre cómo fragmentar el conocimiento impulsa la atención, la memoria y la productividad en tu empresa.
En el dinámico mundo empresarial peruano, ¿has oído hablar del microaprendizaje? Imagina que el conocimiento se presenta en pequeñas píldoras, fáciles de asimilar y listas para usar. Eso es precisamente el microaprendizaje: una metodología que descompone la información en unidades cortas y concisas, conocidas como «nuggets». Cada «nugget» está diseñado para ser consumido rápidamente, típicamente en uno a cinco minutos, y lo mejor es que puedes acceder a él desde tu celular o tablet, en cualquier momento y lugar.
Este enfoque se adapta perfectamente a cómo consumimos información hoy en día, capturando nuestra atención de manera más efectiva. Al ofrecer contenido en fragmentos manejables, facilita que lo aprendido se aplique directamente en tus tareas diarias, a diferencia de los cursos largos y tradicionales que a veces resultan abrumadores. El objetivo principal es mejorar la retención del conocimiento y mantener a tu equipo más enganchado, entregando la información precisa justo cuando se necesita.
Los especialistas coinciden en que el microaprendizaje es un verdadero motor de crecimiento a nivel empresarial. Entre sus grandes ventajas se encuentran:
- Mayor retención de información: Lo que se aprende en dosis cortas se recuerda mejor.
- Compromiso de los colaboradores: Su flexibilidad y accesibilidad lo hacen atractivo.
- Optimización de la productividad: El conocimiento aplicado al instante se traduce en eficiencia.
- Reducción de costos de formación: Se optimizan los recursos destinados a capacitar.
- Adaptabilidad rápida: Permite responder ágilmente a las nuevas demandas del mercado.
Un microaprendizaje bien diseñado, incluso de solo cinco minutos, tiene el poder de cambiar una perspectiva, fortalecer una habilidad clave o encender la chispa para seguir aprendiendo. ¿Por qué funciona tan bien?
Aquí te explicamos las 5 razones fundamentales:
-
La ciencia de la atención: Nuestro cerebro no puede mantener la concentración intensa por periodos prolongados, raramente superando los 10 minutos. Por eso, los módulos de microaprendizaje no deberían exceder los 6 minutos. La fórmula AIDA (Atención, Interés, Deseo, Acción) actúa como guía: primero captar la atención, luego generar interés, despertar el deseo y, finalmente, impulsar la acción.
-
Combatiendo el olvido: Estudios demuestran que olvidamos hasta el 80% de la información en las primeras 8 horas. El microaprendizaje es la herramienta perfecta para contrarrestar esta tendencia mediante repasos espaciados y frecuentes.
-
Despertando el deseo y la acción: Los fragmentos de conocimiento, presentados de forma atractiva, pueden motivar a los colaboradores a querer saber más y a ponerlo en práctica de inmediato.
-
Corrección de sesgos: El microaprendizaje puede ser una herramienta eficaz para ayudar a identificar y corregir sesgos cognitivos que puedan estar afectando la toma de decisiones en tu negocio.
-
Conexión emocional: Los enfoques de aprendizaje más efectivos logran conectar a nivel emocional, haciendo que la información sea más memorable y significativa.


